Pilar Vicente
“CADA PIE ES ÚNICO Y HAY QUE PERSONALIZAR LAS SOLUCIONES”
Pilar Vicente lleva más de 30 años cuidando los pies y la marcha de centenares de pacientes, tanto de deportistas de elite como de personas que tienen una vida activa. Máster en Podología deportiva, ha trabajado también durante siete años (2008-2015) como la podóloga del primer equipo del F.C. Barcelona. En esta entrevista puedes conocerla un poco mejor y saber cómo trabaja y todo lo que hace en su consulta para ayudar a las personas con problemas en sus pies o en su marcha.
La gran característica del ser humano es que somos animales bípedos. Desde que nos liberamos de las extremidades anteriores y nos erguimos del suelo nuestro sistema de locomoción pasó a cimentarse en nuestros pies y propició otra realidad biomecánica para todo nuestro cuerpo: todo el peso del mismo empezó a descansar sobre los pies que, además de pasar a ser los responsables del equilibrio del cuerpo, también empezaron a sufrir toda la carga que genera nuestro propio movimiento...
Está claro que a los pies les prestamos poca atención o sólo les prestamos atención cuando nos duelen...
Eso pasa, es natural, no hay que regañar a nadie ;) pero es bien cierto que deberíamos prestarles más atención. A mi consulta llegan muchos casos que con un poco de prevención no se habrían complicado tanto.
Los pies son, probablemente, una de las partes más complejas de nuestro cuerpo. En ellos encontramos hasta 26 huesos, que disponen de 33 articulaciones para su buena movilidad y funcionamiento. Además, estos huesos ayudan a un grupo de cerca de 100 músculos, tendones y ligamentos que unen el pie a las extremidades inferiores y nos facilitan la marcha. No hay nada comparable en todo el cuerpo humano.
Es, además, una de las partes más protegidas de nuestro cuerpo...
Desde hace pocos años, si comparamos con los milenios durante los cuales hemos caminado con los pies descalzos... No podemos olvidar que el calzado se ideó para proteger nuestros pies, pero en ocasiones se produce el efecto contrario, sobre todo en el calzado femenino, que no tiene en consideración la anatomía del pie y acaba alterando su función. Todo nuestro cuerpo está conectado y si caminamos o corremos mal nuestras rodillas, nuestra cadera o nuestra columna acabarán afectadas.
Por esta razón es importante estudiar la marcha, especialmente para los profesionales del deporte y los deportistas habituales, pero también para todas aquellas personas que llevamos una vida activa...
Si sabemos cómo caminamos, y muchas veces lo hacemos de forma incorrecta, podemos corregirlo y ayudar a estar más sanos. Esto se puede aplicar a todo el mundo. El diagnóstico y la prevención, como en todas las especialidades que tratan temas de salud, siguen siendo básicos.
¿Qué ofrece la consulta de pilar vicente?
En el área de biomecánica, tratamos a los pacientes con problemas en su marcha, que tienen dificultades a la hora de caminar o correr. En el área de quiropodia, tratamos todos los problemas de las partes blandas del pie.
Y se curan...
El 99 % de los casos. Si hablamos de un runner le hacemos unas plantillas personalizadas y empieza a apoyar bien el pie, su cuerpo empieza a equilibrarse y dolor acabará desapareciendo. Lo mismo pasa con la mujer que a causa del uso continuado de zapatos de tacón ha alterado sus apoyos. Tenemos capacidad para tratar todos los casos y también disponemos del conocimiento para derivar o complementar los tratamientos con especialistas del campo de la medicina deportiva, la fisioterapia o la osteopatía, con quienes acabamos formando equipos multidisciplinares.
¿Qué aporta el hecho de ser especialista en podología deportiva?
La exigencia del deporte de elite hace que cada vez haya más profesionales mejor preparados y es aquí donde aparece la especialidad de podología deportiva. Con los años, la formación de los especialistas ha progresado mucho. Los avances tecnológicos han contribuido a ello. Esto también beneficia al resto de la sociedad que se mueve y necesita correr y caminar correctamente.
Has estado trabajando en calidad de podóloga del primer equipo del F.C. Barcelona durante 7 temporadas, las de más éxito de la historia del club. Eso es podología deportiva en su máxima expresión...
La exigencia fue máxima y eso sacó lo mejor de todos los que estábamos involucrados en ese momento en el vestuario. Ha sido una época muy bonita de mi vida profesional y muy enriquecedora. Hice muy buenas amistades en el equipo del F.C. Barcelona. Cuidar algunos de los pies más “valiosos” del mundo, y lo digo yo que creo que todos los pies son igual de valiosos, o al menos los cuido con el mismo mimo y dedicación, es una gran responsabilidad. Se aprende mucho, pues la presión es diaria y los resultados deben ser certeros e inmediatos. Pones continuamente a prueba todo lo que sabes.
Esa misma exigencia es con la que se trabaja en tu consulta de podología deportiva...
Claro. No entiendo el trabajo profesional sin exigencia. Tanto con los pies de los jugadores del F.C. Barcelona como con los de otros pacientes, la dedicación y el esfuerzo son básicos. También la personalización del tratamiento y la proximidad que debe tener todo profesional que se dedique a temas de salud.
¿Cómo entiende el trato con el paciente?
En el trato con el paciente creo que está la clave del trabajo de una podóloga, el resto son tus conocimientos y experiencia. Escuchar a los pacientes y saber entender bien el problema que tienen es fundamental. Realizar después una buena exploración y un análisis acertado nos ayuda a tener el diagnóstico completo. Que es la base para, a continuación, poder aplicar el tratamiento. Podría parecer que todos los pies son iguales, pero no. Cada persona es diferente y es muy importante, probablemente lo más definitorio, personalizar las soluciones.
Me he fijado en cómo creas las plantillas y pareces una artesana...
La tecnología es importante y nos ayuda mucho, pero no se pueden estandarizar los tratamientos. Es básico personalizar según cada paciente porque cada pie es único, cada marcha es única y necesita un cuidado diferente. Hay una frase que se dice mucho: “a más tecnología menos paciente” y eso es francamente malo. Hay que encontrar el equilibrio. La tecnología debe ayudar, pero no sustituir el contacto humano, que es básico. El no estandarizar las soluciones es lo que te lleva a pensar en una artesana... Los pies, aunque tengan los mismos huesos, músculos o ligamentos no son exactamente iguales y, por esa razón, las plantillas que diseñamos son exclusivas del pie del paciente. Las probamos, las rectificamos, las adaptamos a los movimientos del pie y a sus características más personales. Todo ello con el paciente delante para poder adaptar perfectamente la plantilla a lo que le exige el pie. Si no lo haces así, la experiencia me dice que por el camino se pierde mucha información que es muy valiosa.
¿Cómo debemos tratar nuestros pies?
En todo lo relacionado con la salud la prevención te evita problemas futuros, sobre todo en edades tempranas. Como mínimo una vez al año se debería visitar al podólogo para comprobar que nuestros pies están sanos. Como ir al dentista.
En nuestra consulta valoramos lesiones y solucionamos muchos problemas, pero también asesoramos a personas que quieran empezar a hacer deporte o que hacen deporte con asiduidad sobre cómo funciona su aparato locomotor y la mejor manera de tenerlo siempre a su favor. Hay mucha gente joven que no corre bien, por ejemplo, y ahora no lo percibe pero en un futuro tendrá alguna lesión por no haber tratado algún aspecto de su marcha que es incorrecto. Lo bueno es que después de nuestro estudio los pacientes salen de la consulta sabiendo como están y sabiendo qué deben hacer para su propio beneficio.